El cambio de estación no debería traer consigo únicamente un cambio de armario. Tu casa también lo necesita, y su nombre es spring cleaning. El anglicismo hace referencia a la limpieza y organización que se suele realizar de cara a la primavera. Te contamos qué es y cómo realizarlo (en condiciones) para disfrutar de una casa feliz.
Deshazte del desorden
El primer paso no podía ser otro que el orden, ya que de poco sirve una limpieza a fondo si seguimos teniendo todos nuestros bártulos desperdigados por casa. Empieza por clasificar lo que quieres y lo que no; no ordenes ni guardes aquello que ya no vas a utilizar. Cuando tengas claro qué quieres conservar, pon cada cosa en tu sitio. Ayúdate de cajas o cestas que, además de decorar, disimularán su contenido y mantendrán la estancia más organizada.
El Mueble
Limpia las ventanas
La primavera marca el inicio de la temporada con más horas de sol, así que limpia bien las ventanas tanto por dentro como por fuera y deja que entre tanta luz como sea posible. Aunque no te lo creas, es una de las partes de tu hogar que más suciedad y polvo acumula.
Cuida de tus alfombras
Cada alfombra requiere su propio cuidado y es un elemento que no puedes pasar por alto. Al fin y al cabo, es lo que pisas día sí y día también, por lo que es esencial limpiarlas con cierta regularidad. Sacúdelas, aspíralas y hazles una buena limpieza a fondo. Si están fabricadas con tejidos más invernales, es el momento perfecto para cambiarlas por otras más frescas y acordes a la estación.
Colchón y textiles
Sí, ya sabes qué es lo que toca: mover el colchón. Según los expertos, a lo largo del año habría que establecer dos períodos en los que girar el colchón (es decir, invertir las zonas de los pies y la cabeza) y dos períodos en los que voltearlo. Esta práctica se realiza para que el desgaste del producto sea homogéneo y pueda ofrecernos un tiempo de descanso de calidad. Además, también es importante airearlo y dejar que se ventile.
En cuanto a los textiles, lava tus mantas y fundas nórdicas, que probablemente no vuelvas a utilizar hasta el otoño, y guárdalas en bolsas de plástico para protegerlas de ácaros y suciedad. Aprovecha el momento para cambiar tus sábanas por juegos en algodón o lino, ya que son telas más frescas de cara al buen tiempo. Y, por qué no, ¡atrévete con estampados alegres!
Aunque no es un paso obligatorio, muchas personas se sienten abrumadas por el mobiliario que han tenido durante años y que ya no encaja con sus gustos. Si es tu caso, piensa en si tiene sentido darle una nueva vida: ¿quedaría bien pintado de otro color? ¿Puedes adaptarlo para que se adapte al espacio que tú imaginas? Si no es así, no te compliques: deshacerte de aquello que ya no te gusta es clave para una casa feliz.
Y, efectivamente, cambio de armario
Ahora sí que sí: ¿qué un spring cleaning sin un cambio de armario? Sin embargo, nuestro consejo es que no muevas de sitio aquello que sabes que no te vas a poner. Es el momento perfecto para donar toda la ropa que no quieres. Limpia a fondo cada cajón, estantería y esquina de tu armario y guarda lo que no te vayas a poner durante los próximos meses en cajas o bolsas de plástico. Aquello que no tengas a la vista no generará desorden.
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