Hoy vamos a hablar de anticuarios y almonedas, de cómo incorporar a tu decoración del siglo XXI algunas pinceladas del pasado que provean de personalidad y carácter a tu casa.
Decoración modernista de finales del XIX en vivienda de Barcelona
Dice el refranero popular que “Casa que a viejo no sabe, poco vale”. Y como el refranero es muy sabio, debemos asumir que una casa desprovista de algún objeto de anticuario, de herencia o comprado, es una casa sin alma. Porque las antigüedades son parte de nuestra historia, de nuestra herencia, de un tiempo pasado que la memoria idealiza y ensalza a la categoría de algo mejor.
Lo que diferencia a un mueble viejo de uno antiguo son los años de vida desde que fue creado. Los muebles de más de 100 años se consideran antiguos y se encuentran en anticuarios. Los muebles de más de 40 años (pero menos de 100 años) se consideran viejos y son los que encontramos en almonedas.
2. Qué es antiguo y qué es vintage
Bureau estilo inglés y lámpara de araña en este fotografía cortesía de Flaunter @unplash
Vintage es una palabra que se ha puesto de moda y que se utiliza indistintamente para todo lo que es de otra época. En realidad vintage hace referencia a todos aquellos objetos fabricados en una época pasada -pueden ser años 50, años 60,… – pero que no son antiguos. Podríamos decir que vintage es una forma cool de hablar de objetos viejos. Por lo tanto, si buscas piezas vintage tu sitio es un almoneda, no un anticuario.
3. Las épocas históricas más solicitadas
Sofá estilo victoriano
Los muebles de anticuario más demandados corresponden a los siglo XVIII, finales del XIX y principios del XX.
En el siglo XVIII destacan los muebles Chippendale en Inglaterra y el estilo Luis XVI en Francia, aunque influyeron en toda Europa. En el siglo XIX, los estilos imperiales dominan la escena: el Isabelino (por Isabel II) en España y el Victoriano (por Victoria I) en Inglaterra. A finales del siglo XIX y principios del XX, se vive la explosión del estilo Modernista, en sus distintas variaciones como Art Nouveau o Art Decó.
Estilo Chippendale o inglés en este aparador (en honor al ebanista Thomas Chippendale)
4. Por qué poner una pieza de anticuario en tu casa
Aparador danés en Casa Josephine by Ana Himes
Contar con una pieza de anticuario en casa es siempre una buena idea por tres motivos:
Primero, por el simple placer de disfrutarla y conseguir un estilo ecléctico y personal.
Segundo, porque es una buena inversión. Puedes alcanzar revalorizaciones de hasta un 10% anual sobre el precio de compra.
Tercero, porque es la excusa perfecta para viajar por mercadillos de medio mundo buscando la pieza única. Se trata de un hobby en alza que te permite conectar con gente cultureta y muy interesante.
Propuesta de LA Studio con un estilo ecléctico de la primera mitad del siglo XX
4. Nuestros diez objetos de deseo en antigüedades
Estilo shabby chic en este salón con espejo dorado antiguo, lámpara de araña y chimenea de mármol
Como esta vez no queremos dar nombres de nuestros anticuarios y almonedas favoritos, nos hemos dedicado a escribir nuestra short-list de los objetos antiguos o vintage más deseados. ¿Cuál es tu top 10? ¡Se admiten apuestas!
Espejo isabelino con pátina dorada envejecida
Chandelier Art Noveau con lágrimas de cristal
Cómoda Luis XVI con sobre de mármol
Un par de butaca estilo isabelino con rejilla francesa
Juego de café de plata estilo Art Decó
Aparador antiguo estilo danés
Mesillas modernistas en laca negra y marfil
Candelabros de plata
Carrito camarera años 50
Objetos de decoración que cuentan una historia: impertinentes de nácar para la ópera, damajuanas, abrecartas, libros antiguos,…
Silla Chippendale de bambú actualizada en azul klein
En resumen, esto va de mezclar con arte, estilos, texturas y colores de diferentes épocas hasta lograr un conjunto equilibrado y armónico. El resultado es un interiorismo ecléctico que no deja indiferente. ¿Te atreves?
Si te resulta complicado, pide ayuda a un profesional, o cíñete a un solo estilo con algún toque especial. Un paseo por el Rastro, una visita a alguna feria de antigüedades o un poco de Wallapop desde tu sofá, pueden ser el detonante perfecto para que te conviertas en un apasionado coleccionista.
Propuesta del interiorista Jonathan Adler, un maestro del clasicismo renovado
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